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1 Samuel 20:23-31 La Palabra Versión Española (BLP)

23. En cuanto a lo que hemos hablado tú y yo, el Señor es testigo entre los dos para siempre.

24. David se escondió en el campo y cuando llegó la luna nueva el rey asistió al banquete

25. y se sentó en su sitio de costumbre, junto a la pared; Jonatán se sentó enfrente y Abner al lado de Saúl. Pero el sitio de David quedó vacío.

26. Saúl no dijo nada aquel día, pues pensó: «Le habrá ocurrido algo, estará impuro y no se habrá purificado».

27. Pero el segundo día, el siguiente de la luna nueva, el sitio de David seguía vacío. Entonces Saúl preguntó a su hijo Jonatán:—¿Por qué no ha venido el hijo de Jesé al banquete ni ayer ni hoy?

28. Jonatán le respondió:—Me pidió permiso urgente para ir a Belén.

29. Me dijo que lo dejase marchar, pues su familia celebraba un sacrificio en su pueblo y su hermano le había pedido que fuera; y que, si yo le concedía el favor, podría ir a visitar a sus hermanos. Por eso no ha venido al banquete del rey.

30. Entonces Saúl se enfureció contra Jonatán y le dijo:—¡Hijo de mala madre! Bien sabía yo que estabas de parte del hijo de Jesé, para deshonra tuya y vergüenza de tu madre.

31. Pero mientras el hijo de Jesé siga vivo sobre la tierra, ni tú ni tu reino estaréis seguros. Así que manda a capturármelo, porque está condenado a muerte.

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