Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

1 Reyes 9:3-14 La Palabra Versión Española (BLP)

3. y le dijo:—He escuchado las súplicas y plegarias que me has dirigido. He consagrado este Templo que has construido como residencia perpetua de mi nombre: aquí estarán siempre mis ojos y mi corazón.

4. Si tú procedes conmigo, como hizo tu padre David, con rectitud e integridad de corazón, cumpliendo lo que te he mandado y guardando mis preceptos y decretos,

5. reafirmaré para siempre tu reinado sobre Israel, tal como prometí a tu padre David: «No te faltarán descendientes en el trono de Israel».

6. Pero si vosotros y vuestros hijos me abandonáis, si dejáis de observar los mandamientos y preceptos que os he dado y os vais a servir y a adorar a otros dioses,

7. arrancaré a Israel de la tierra que le he dado, rechazaré este Templo que he consagrado a mi nombre, e Israel quedará convertido en refrán y burla de todos los pueblos.

8. Este Templo quedará en ruinas y todo el que pase a su lado silbará extrañado y preguntará: «¿Por qué ha tratado así el Señor a este país y a este Templo?».

9. Entonces le responderán: «Porque abandonaron al Señor, su Dios, que sacó a sus antepasados de Egipto, y se aferraron a otros dioses para adorarlos y servirlos. Por eso el Señor ha hecho caer sobre ellos todos estos castigos».

10. En un período de veinte años Salomón construyó los dos edificios: el Templo del Señor y el palacio real.

11. Jirán, el rey de Tiro, proporcionó a Salomón madera de cedro y de pino y todo el oro que quiso. Entonces el rey Salomón entregó a Jirán veinte ciudades en la región de Galilea.

12. Jirán salió de Tiro para inspeccionar las ciudades que le había entregado Salomón, pero no le gustaron

13. y le dijo:—¡Qué ciudades que me has dado, hermano!Y les puso el nombre de Tierra Kabul, que permanece actualmente.

14. Jirán, por su parte, había mandado al rey Salomón ciento veinte talentos de oro.

Leer capítulo completo 1 Reyes 9