Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

1 Reyes 9:2-12 La Palabra Versión Española (BLP)

2. se le apareció el Señor por segunda vez, como se le había aparecido en Gabaón,

3. y le dijo:—He escuchado las súplicas y plegarias que me has dirigido. He consagrado este Templo que has construido como residencia perpetua de mi nombre: aquí estarán siempre mis ojos y mi corazón.

4. Si tú procedes conmigo, como hizo tu padre David, con rectitud e integridad de corazón, cumpliendo lo que te he mandado y guardando mis preceptos y decretos,

5. reafirmaré para siempre tu reinado sobre Israel, tal como prometí a tu padre David: «No te faltarán descendientes en el trono de Israel».

6. Pero si vosotros y vuestros hijos me abandonáis, si dejáis de observar los mandamientos y preceptos que os he dado y os vais a servir y a adorar a otros dioses,

7. arrancaré a Israel de la tierra que le he dado, rechazaré este Templo que he consagrado a mi nombre, e Israel quedará convertido en refrán y burla de todos los pueblos.

8. Este Templo quedará en ruinas y todo el que pase a su lado silbará extrañado y preguntará: «¿Por qué ha tratado así el Señor a este país y a este Templo?».

9. Entonces le responderán: «Porque abandonaron al Señor, su Dios, que sacó a sus antepasados de Egipto, y se aferraron a otros dioses para adorarlos y servirlos. Por eso el Señor ha hecho caer sobre ellos todos estos castigos».

10. En un período de veinte años Salomón construyó los dos edificios: el Templo del Señor y el palacio real.

11. Jirán, el rey de Tiro, proporcionó a Salomón madera de cedro y de pino y todo el oro que quiso. Entonces el rey Salomón entregó a Jirán veinte ciudades en la región de Galilea.

12. Jirán salió de Tiro para inspeccionar las ciudades que le había entregado Salomón, pero no le gustaron

Leer capítulo completo 1 Reyes 9