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1 Reyes 22:30-39 La Palabra Versión Española (BLP)

30. El rey de Israel dijo a Josafat:—Yo voy a disfrazarme para entrar en combate y tú te vistes con mis ropas.Así que el rey de Israel entró en combate disfrazado.

31. El rey de Siria había ordenado a sus treinta y dos jefes de carros que no atacasen ni a soldados ni a oficiales; solo al rey de Israel.

32. Cuando los jefes de carros vieron a Josafat creyeron que se trataba del rey de Israel y se dispusieron a atacarlo; pero Josafat se puso a gritar

33. y cuando los jefes de los carros se dieron cuenta de que él no era el rey de Israel, dejaron de perseguirlo.

34. Entonces un soldado lanzó una flecha al azar que hirió al rey de Israel, entrando por las juntas de la coraza. Inmediatamente el rey ordenó al conductor de su carro:—Da la vuelta y sácame del campo de batalla, que estoy herido.

35. Pero en aquel momento la batalla se recrudeció tanto, que el rey tuvo que aguantar en su carro haciendo frente a los sirios, y al atardecer murió, mientras la sangre de su herida corría por el suelo del carro.

36. A la puesta del sol comenzó a correr la voz en el campo de batalla:—¡Cada uno a su pueblo y a su tierra!

37. ¡El rey ha muerto!Entonces llevaron al rey a Samaría y lo enterraron allí.

38. Luego fueron a lavar el carro a una alberca de Samaría, y los perros lamieron la sangre de Ajab y las prostitutas se bañaron en ella, como había anunciado el Señor.

39. El resto de la historia de Ajab, todo lo que hizo, el palacio de marfil que mandó edificar y las ciudades que construyó, está escrito en el libro de los Anales de los Reyes de Israel.

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