Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Romanos 8:31-38 La Nueva Biblia de los Hispanos (NBLH)

31. Entonces, ¿qué diremos a esto? Si Dios está por nosotros, ¿quién estará contra nosotros?

32. El que no negó ni a Su propio Hijo, sino que Lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también junto con El todas las cosas?

33. ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.

34. ¿Quién es el que condena? Cristo Jesús es el que murió, sí, más aún, el que resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.

35. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?

36. Tal como está escrito: "POR CAUSA TUYA SOMOS PUESTOS A MUERTE TODO EL DIA; SOMOS CONSIDERADOS COMO OVEJAS PARA EL MATADERO."

37. Pero en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de Aquél que nos amó.

38. Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes,

Leer capítulo completo Romanos 8