28. "Pero después de que Yo haya resucitado, iré delante de ustedes a Galilea."
29. "Aunque todos se aparten, yo, sin embargo, no lo haré," Le dijo Pedro.
30. Jesús le contestó: "En verdad te digo que hoy, esta misma noche, antes que el gallo cante dos veces, Me negarás tres veces."
31. Pero Pedro con insistencia repetía: "Aunque tenga que morir junto a Ti, no Te negaré." Y todos decían también lo mismo.
32. Llegaron a un lugar que se llama Getsemaní, y Jesús dijo a Sus discípulos: "Siéntense aquí hasta que Yo haya orado."
33. Tomó con El a Pedro, a Jacobo (Santiago) y a Juan, y comenzó a afligirse y a angustiarse mucho.
34. "Mi alma está muy afligida, hasta el punto de la muerte," les dijo; "quédense aquí y velen."
35. Adelantándose un poco, se postró en tierra y oraba que si fuera posible, pasara de El aquella hora.
36. Y decía: "¡Abba, Padre! Para Ti todas las cosas son posibles; aparta de Mí esta copa, pero no sea lo que Yo quiero, sino lo que Tú quieras ."
37. Entonces Jesús vino y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: "Simón, ¿duermes? ¿No pudiste velar ni por una hora?
38. "Velen y oren para que no entren en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil."
39. El se fue otra vez y oró, diciendo las mismas palabras.
40. Y vino Jesús de nuevo y los halló durmiendo, porque sus ojos estaban muy cargados de sueño; y no sabían qué responder.
41. Vino por tercera vez, y les dijo: "¿Todavía están durmiendo y descansando? Basta ya; ha llegado la hora; miren, el Hijo del Hombre es entregado en manos de los pecadores.
42. "Levántense, vámonos; ya está cerca el que Me entrega."
43. En ese momento, mientras Jesús estaba todavía hablando, llegó Judas, uno de los doce discípulos, acompañado de una multitud con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes, de los escribas y de los ancianos.
44. Y el que Lo entregaba les había dado una señal, diciendo: "Al que yo bese, Ese es; Lo prenden y se Lo llevan con seguridad."