36. Entonces les dijo: "Pero ahora, el que tenga una bolsa, que la lleve consigo, de la misma manera también una alforja, y el que no tenga espada, venda su manto y compre una.
37. "Porque les digo que es necesario que en Mí se cumpla esto que está escrito: 'Y CON LOS TRANSGRESORES FUE CONTADO;' pues ciertamente, lo que se refiere a Mí, tiene su cumplimiento."
38. Y ellos dijeron: "Señor, aquí hay dos espadas." "Es suficiente," les respondió.
39. Saliendo Jesús, se encaminó, como de costumbre, hacia el Monte de los Olivos; y los discípulos también Lo siguieron.
40. Cuando llegó al lugar, les dijo: "Oren para que no entren en tentación."
41. Y se apartó de ellos como a un tiro de piedra, y poniéndose de rodillas, oraba,
42. diciendo: "Padre, si es Tu voluntad, aparta de Mí esta copa; pero no se haga Mi voluntad, sino la Tuya."
43. Entonces se apareció un ángel del cielo, que Lo fortalecía.
44. Y estando en agonía, oraba con mucho fervor; y Su sudor se volvió como gruesas gotas de sangre, que caían sobre la tierra.
45. Cuando se levantó de orar, fue a los discípulos y los halló dormidos a causa de la tristeza,
46. y les dijo: "¿Por qué duermen? Levántense y oren para que no entren en tentación."
47. Mientras todavía estaba El hablando, llegó una multitud, y el que se llamaba Judas, uno de los doce apóstoles, iba delante de ellos, y se acercó para besar a Jesús.
48. Pero Jesús le dijo: "Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre?"