27. Movido por el Espíritu fue al templo. Y cuando los padres del niño Jesús Lo trajeron para cumplir por El el rito de la Ley,
28. Simeón tomó al Niño en sus brazos, y bendijo a Dios diciendo:
29. "Ahora, Señor, permite que Tu siervo se vaya En paz, conforme a Tu palabra;
30. Porque mis ojos han visto Tu salvación
31. La cual has preparado en presencia de todos los pueblos;
32. LUZ DE REVELACION A LOS GENTILES, Y gloria de Tu pueblo Israel."
33. Y los padres del Niño estaban asombrados de las cosas que de El se decían.
34. Simeón los bendijo, y dijo a Su madre María: "Este Niño ha sido puesto para caída y levantamiento de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción,
35. y una espada traspasará aun tu propia alma, a fin de que sean revelados los pensamientos de muchos corazones."
36. Y había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Ella era de edad muy avanzada, y había vivido con su marido siete años después de su matrimonio,
37. y después de viuda, hasta los ochenta y cuatro años. Nunca se alejaba del templo, sirviendo noche y día con ayunos y oraciones.
38. Llegando ella en ese preciso momento, daba gracias a Dios y hablaba del Niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén.
39. Habiendo ellos cumplido con todo conforme a la Ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret.
40. Y el Niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre El.
41. Los padres de Jesús acostumbraban ir a Jerusalén todos los años a la fiesta de la Pascua.
42. Y cuando El cumplió doce años, subieron allá conforme a la costumbre de la fiesta.