52. Los Judíos, por tanto, discutían entre sí, diciendo: "¿Cómo puede Este darnos a comer Su carne?"
53. Entonces Jesús les dijo: "En verdad les digo, que si no comen la carne del Hijo del Hombre y beben Su sangre, no tienen vida en ustedes.
54. "El que come Mi carne y bebe Mi sangre, tiene vida eterna, y Yo lo resucitaré en el día final.
55. "Porque Mi carne es verdadera comida, y Mi sangre es verdadera bebida.
56. "El que come Mi carne y bebe Mi sangre, permanece en Mí y Yo en él.
57. "Como el Padre que vive Me envió, y Yo vivo por el Padre, asimismo el que Me come, él también vivirá por Mí.
58. "Este es el pan que descendió del cielo; no como el que los padres (antepasados) de ustedes comieron, y murieron; el que come este pan vivirá para siempre."
59. Esto dijo Jesús en la sinagoga, cuando enseñaba en Capernaúm.
60. Por eso muchos de Sus discípulos, cuando oyeron esto, dijeron: "Dura es esta declaración; ¿quién puede escucharla?"
61. Pero Jesús, consciente de que Sus discípulos murmuraban por esto, les dijo: "¿Esto los escandaliza (los hace tropezar)?
62. "¿Pues qué si vieran al Hijo del Hombre ascender adonde estaba antes?
63. "El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que Yo les he hablado son espíritu y son vida.