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Juan 18:9-17 La Nueva Biblia de los Hispanos (NBLH)

9. Así se cumplía la palabra que había dicho: "De los que Me diste, no perdí ninguno."

10. Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la sacó e hirió al siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. El siervo se llamaba Malco.

11. Jesús le dijo a Pedro: "Mete la espada en la vaina. La copa que el Padre Me ha dado, ¿acaso no he de beberla?"

12. Entonces la tropa Romana, el comandante y los guardias de los Judíos prendieron a Jesús, Lo ataron,

13. y Lo llevaron primero ante Anás, porque era suegro de Caifás, que era sumo sacerdote ese año.

14. Caifás era el que había aconsejado a los Judíos que convenía que un hombre muriera por el pueblo.

15. Simón Pedro seguía a Jesús, y también otro discípulo. Este discípulo era conocido del sumo sacerdote, y entró con Jesús al patio del sumo sacerdote,

16. pero Pedro estaba afuera, a la puerta. Así que el otro discípulo, que era conocido del sumo sacerdote, salió y habló a la portera, e hizo entrar a Pedro.

17. Entonces la criada que cuidaba la puerta dijo a Pedro: "¿No eres tú también uno de los discípulos de este hombre?" "No lo soy," dijo él.

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