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Juan 11:31-40 La Nueva Biblia de los Hispanos (NBLH)

31. Entonces los Judíos que estaban con ella en la casa consolándola, cuando vieron que María se levantó de prisa y salió, la siguieron, suponiendo que iba al sepulcro a llorar allí.

32. Al llegar María adonde estaba Jesús, cuando Lo vio, se arrojó a Sus pies, diciendo: "Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto."

33. Y cuando Jesús la vio llorando, y a los Judíos que vinieron con ella llorando también, se conmovió profundamente en el espíritu, y se entristeció.

34. "¿Dónde lo pusieron?" preguntó Jesús. "Señor, ven y ve," Le dijeron.

35. Jesús lloró.

36. Por eso los Judíos decían: "Miren, cómo lo amaba."

37. Pero algunos de ellos dijeron: "¿No podía Este, que abrió los ojos del ciego, haber evitado también que Lázaro muriera?"

38. Entonces Jesús, de nuevo profundamente conmovido, fue al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta sobre ella.

39. "Quiten la piedra," dijo Jesús. Marta, hermana del que había muerto, Le dijo: "Señor, ya huele mal, porque hace cuatro días que murió."

40. Jesús le dijo: "¿No te dije que si crees, verás la gloria de Dios?"

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