Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Hechos 20:21-33 La Nueva Biblia de los Hispanos (NBLH)

21. testificando solemnemente, tanto a Judíos como a Griegos, del arrepentimiento para con Dios y de la fe en nuestro Señor Jesucristo.

22. "Ahora yo, atado en espíritu, voy a Jerusalén sin saber lo que allá me sucederá,

23. salvo que el Espíritu Santo solemnemente me da testimonio en cada ciudad, diciendo que me esperan cadenas y aflicciones.

24. "Pero en ninguna manera estimo mi vida como valiosa para mí mismo, a fin de poder terminar mi carrera y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio solemnemente del evangelio de la gracia de Dios.

25. "Y ahora, yo sé que ninguno de ustedes, entre quienes anduve predicando el reino, volverá a ver mi rostro.

26. "Por tanto, les doy testimonio en este día de que soy inocente de la sangre de todos,

27. pues no rehuí declararles todo el propósito de Dios.

28. "Tengan cuidado de sí mismos y de toda la congregación, en medio de la cual el Espíritu Santo les ha hecho obispos (supervisores) para pastorear la iglesia de Dios, la cual El compró con Su propia sangre.

29. "Sé que después de mi partida, vendrán lobos feroces entre ustedes que no perdonarán el rebaño.

30. "También de entre ustedes mismos se levantarán algunos hablando cosas perversas para arrastrar a los discípulos tras ellos.

31. "Por tanto, estén alerta, recordando que por tres años, de noche y de día, no cesé de amonestar a cada uno con lágrimas.

32. "Ahora los encomiendo a Dios y a la palabra de Su gracia, que es poderosa para edificarlos y darles la herencia entre todos los santificados.

33. "Ni la plata, ni el oro, ni la ropa de nadie he codiciado.

Leer capítulo completo Hechos 20