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Hebreos 12:4-23 La Nueva Biblia de los Hispanos (NBLH)

4. Porque todavía, en su lucha contra el pecado, ustedes no han resistido hasta el punto de derramar sangre.

5. Además, han olvidado la exhortación que como a hijos se les dirige: "HIJO MIO, NO TENGAS EN POCO LA DISCIPLINA DEL SEÑOR, NI TE DESANIMES AL SER REPRENDIDO POR EL.

6. PORQUE EL SEÑOR AL QUE AMA, DISCIPLINA, Y AZOTA A TODO EL QUE RECIBE POR HIJO."

7. Es para su corrección (disciplina) que sufren (lo soportan). Dios los trata como a hijos; porque ¿qué hijo hay a quien su padre no discipline?

8. Pero si están sin disciplina, de la cual todos han sido hechos participantes, entonces son hijos ilegítimos y no hijos verdaderos .

9. Además, tuvimos padres terrenales para disciplinarnos, y los respetábamos, ¿con cuánta más razón no estaremos sujetos al Padre de nuestros espíritus, y viviremos?

10. Porque ellos nos disciplinaban por pocos días como les parecía, pero El nos disciplina para nuestro bien, para que participemos de Su santidad.

11. Al presente ninguna disciplina parece ser causa de gozo, sino de tristeza. Sin embargo, a los que han sido ejercitados (adiestrados) por medio de ella, después les da fruto apacible de justicia.

12. Por tanto, fortalezcan las manos débiles y las rodillas que flaquean,

13. y hagan sendas derechas para sus pies, para que la pierna coja no se descoyunte, sino que se sane.

14. Busquen (Sigan) la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.

15. Cuídense de que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios; de que ninguna raíz de amargura, brotando, cause dificultades y por ella muchos sean contaminados.

16. Que no haya ninguna persona inmoral ni profana como Esaú, que vendió su primogenitura por una comida.

17. Porque saben que aun después, cuando quiso heredar la bendición, fue rechazado, pues no halló ocasión para el arrepentimiento, aunque la buscó con lágrimas.

18. Porque ustedes no se han acercado a un monte que se puede tocar, ni a fuego ardiente, ni a tinieblas, ni a oscuridad, ni a torbellino,

19. ni a sonido de trompeta, ni a ruido de palabras tal, que los que oyeron rogaron que no se les hablara más.

20. Porque ellos no podían soportar el mandato: "SI AUN UNA BESTIA TOCA EL MONTE, SERA APEDREADA."

21. Tan terrible era el espectáculo, que Moisés dijo: "ESTOY ATERRADO Y TEMBLANDO."

22. Ustedes, en cambio, se han acercado al Monte Sion y a la ciudad del Dios vivo, la Jerusalén celestial, y a miríadas de ángeles,

23. a la asamblea general e iglesia de los primogénitos que están inscritos en los cielos, y a Dios, el Juez de todos, y a los espíritus de los justos hechos ya perfectos,

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