10. El que ama a su hermano, permanece en la Luz y no hay causa de tropiezo en él.
11. Pero el que aborrece a su hermano, está en tinieblas y anda en tinieblas, y no sabe adónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos.
12. Les escribo a ustedes, hijos, porque sus pecados les han sido perdonados por el nombre de Cristo.
13. Les escribo a ustedes, padres, porque conocen a Aquél que ha sido desde el principio. Les escribo a ustedes, jóvenes, porque han vencido al maligno. Les he escrito a ustedes, niños, porque conocen al Padre.