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1 Corintios 3:8-12 La Nueva Biblia de los Hispanos (NBLH)

8. Ahora bien, el que planta y el que riega son una misma cosa, pero cada uno recibirá su propia recompensa (su propio salario) conforme a su propio trabajo.

9. Porque nosotros somos colaboradores en la labor de Dios, y ustedes son el campo de cultivo de Dios, el edificio de Dios.

10. Conforme a la gracia de Dios que me fue dada, yo, como sabio arquitecto, puse el fundamento, y otro edifica sobre él. Pero cada uno tenga cuidado cómo edifica encima.

11. Pues nadie puede poner otro fundamento que el que ya está puesto, el cual es Jesucristo.

12. Ahora bien, si sobre este fundamento alguien edifica con oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, paja,

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