58. Lo provocaron con sus lugares altos, Y despertaron Sus celos con sus imágenes talladas.
59. Al oírlo Dios, se indignó, Y aborreció a Israel en gran manera.
60. Abandonó la morada en Silo, La tienda que había levantado entre los hombres,
61. Y entregó al cautiverio Su poderío, Y Su gloria en manos del adversario.
62. Entregó también Su pueblo a la espada, Y se indignó contra Su heredad.
63. El fuego consumió a sus jóvenes, Y no tuvieron canciones de bodas sus vírgenes.
64. Sus sacerdotes cayeron a espada, Y sus viudas no pudieron llorar.
65. Entonces despertó el Señor como de un sueño, Como guerrero vencido por el vino,
66. E hizo retroceder a Sus adversarios, Poniendo sobre ellos una afrenta perpetua.
67. Desechó también la tienda de José, Y no escogió a la tribu de Efraín,
68. Sino que escogió a la tribu de Judá, Al Monte Sion que El amaba.
69. Y edificó Su santuario como las alturas, Como la tierra que ha fundado para siempre.
70. Escogió también a David Su siervo, Lo tomó de entre los rediles de las ovejas;
71. Lo trajo de cuidar las ovejas con sus corderitos, Para pastorear a Jacob, Su pueblo, Y a Israel, Su heredad.
72. Y él los pastoreó según la integridad de su corazón, Y los guió con la destreza de sus manos.