Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Salmos 39:1-11 La Nueva Biblia de los Hispanos (NBLH)

1. Para el director del coro, para Jedutún. Salmo de David. Yo dije: "Guardaré mis caminos Para no pecar con mi lengua; Guardaré mi boca como con mordaza Mientras el impío esté en mi presencia."

2. Enmudecí y callé; Guardé silencio aun acerca de lo bueno, Y se agravó mi dolor.

3. Ardía mi corazón dentro de mí; Mientras meditaba, se encendió el fuego; Entonces dije con mi lengua:

4. "SEÑOR, hazme saber mi fin, Y cuál es la medida de mis días, Para que yo sepa cuán efímero soy.

5. Tú has hecho mis días muy breves, Y mi existencia es como nada delante de Ti; Ciertamente todo hombre, aun en la plenitud de su vigor, es sólo un soplo. (Selah)

6. Sí, como una sombra anda el hombre; Ciertamente en vano se afana; Acumula riquezas, y no sabe quién las recogerá.

7. Y ahora, Señor, ¿qué espero? En Ti está mi esperanza.

8. Líbrame de todas mis transgresiones; No me hagas la burla de los necios.

9. Mudo me he quedado, no abro la boca, Porque Tú eres el que ha obrado.

10. Quita de mí Tu plaga; Por la dureza de Tu mano estoy pereciendo.

11. Con castigos reprendes al hombre por su iniquidad; Como la polilla, consumes lo que es más precioso para él. Ciertamente, todo hombre es sólo un soplo. (Selah)

Leer capítulo completo Salmos 39