Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Salmos 38:3-14 La Nueva Biblia de los Hispanos (NBLH)

3. Nada hay sano en mi carne a causa de Tu indignación; En mis huesos no hay salud a causa de mi pecado.

4. Porque mis iniquidades han sobrepasado mi cabeza; Como pesada carga, pesan mucho para mí.

5. Mis llagas huelen mal y supuran A causa de mi necedad.

6. Estoy encorvado y abatido en gran manera, Y ando sombrío todo el día.

7. Porque mis lomos están inflamados de fiebre, Y nada hay sano en mi carne.

8. Estoy entumecido y abatido en gran manera; Gimo a causa de la agitación de mi corazón.

9. Señor, todo mi anhelo está delante de Ti, Y mi suspiro no Te es oculto.

10. Palpita mi corazón, mis fuerzas me abandonan, Y aun la luz de mis ojos se ha ido de mí.

11. Mis amigos y mis compañeros se mantienen lejos de mi plaga, Y mis parientes se mantienen a distancia.

12. Los que buscan mi vida me tienden lazos; Los que procuran mi mal hablan de mi destrucción, Y traman traición todo el día.

13. Pero yo, como el sordo, no oigo; Soy como el mudo que no abre la boca.

14. Sí, soy como el hombre que no oye, Y en cuya boca no hay réplica.

Leer capítulo completo Salmos 38