Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Salmos 31:1-15 La Nueva Biblia de los Hispanos (NBLH)

1. Para el director del coro. Salmo de David. En Ti, oh SEÑOR, me refugio; Jamás sea yo avergonzado; Líbrame en Tu justicia.

2. Inclina a mí Tu oído, rescátame pronto; Sé para mí roca fuerte, Fortaleza para salvarme.

3. Porque Tú eres mi roca y mi fortaleza, Y por amor de Tu nombre me conducirás y me guiarás.

4. Me sacarás de la red que en secreto me han tendido; Porque Tú eres mi refugio.

5. En Tu mano encomiendo mi espíritu; Tú me has redimido, oh SEÑOR, Dios de verdad.

6. Aborrezco a los que confían en ídolos vanos; Pero yo confío en el SEÑOR.

7. Me gozaré y me alegraré en Tu misericordia, Porque Tú has visto mi aflicción; Has conocido las angustias de mi alma,

8. Y no me has entregado en manos del enemigo; Tú has puesto mis pies en lugar espacioso.

9. Ten piedad de mí, oh SEÑOR, porque estoy en angustia; Se consumen de sufrir mis ojos, mi alma y mis entrañas.

10. Pues mi vida se gasta en tristeza Y mis años en suspiros; Mis fuerzas se agotan a causa de mi iniquidad, Y se ha consumido mi cuerpo.

11. A causa de todos mis adversarios, he llegado a ser objeto de oprobio, Especialmente para mis vecinos, Y causa de espanto para mis conocidos; Los que me ven en la calle huyen de mí.

12. Como un muerto soy olvidado, sin ser recordado, Soy semejante a un vaso roto.

13. Porque he oído la calumnia de muchos, El terror está por todas partes; Mientras traman juntos contra mí, Planean quitarme la vida.

14. Pero yo, oh SEÑOR, en Ti confío; Digo: "Tú eres mi Dios."

15. En Tu mano están mis años; Líbrame de la mano de mis enemigos, y de los que me persiguen.

Leer capítulo completo Salmos 31