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Salmos 25:1-9 La Nueva Biblia de los Hispanos (NBLH)

1. Salmo de David. A Ti, oh SEÑOR, elevo mi alma.

2. Dios mío, en Ti confío; No sea yo avergonzado, Que no se regocijen sobre mí mis enemigos.

3. Ciertamente ninguno de los que esperan en Ti será avergonzado; Sean avergonzados los que sin causa se rebelan.

4. SEÑOR, muéstrame Tus caminos, Enséñame Tus sendas.

5. Guíame en Tu verdad y enséñame, Porque Tú eres el Dios de mi salvación; En Ti espero todo el día.

6. Acuérdate, oh SEÑOR, de Tu compasión y de Tus misericordias, Que son eternas.

7. No Te acuerdes de los pecados de mi juventud ni de mis transgresiones; Acuérdate de mí conforme a Tu misericordia, Por Tu bondad, oh SEÑOR.

8. Bueno y recto es el SEÑOR; Por tanto, El muestra a los pecadores el camino.

9. Dirige a los humildes en la justicia, Y enseña a los humildes su camino.

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