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Salmos 22:1-11 La Nueva Biblia de los Hispanos (NBLH)

1. Para el director del coro; sobre ajelet Hasahar. Salmo de David. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación y de las palabras de mi clamor?

2. Dios mío, de día clamo y no respondes; Y de noche, pero no hay para mí reposo.

3. Sin embargo, Tú eres santo, Que habitas entre las alabanzas de Israel.

4. En Ti confiaron nuestros padres; Confiaron, y Tú los libraste.

5. A Ti clamaron, y fueron librados; En Ti confiaron, y no fueron decepcionados.

6. Pero yo soy gusano, y no hombre; Oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo.

7. Todos los que me ven, de mí se burlan; Hacen muecas con los labios, menean la cabeza, diciendo:

8. Que se encomiende al SEÑOR; que El lo libre; Que El lo rescate, puesto que en El se deleita.

9. Porque Tú me sacaste del seno materno; Me hiciste confiar estando a los pechos de mi madre.

10. A Ti fui entregado desde mi nacimiento; Desde el vientre de mi madre Tú eres mi Dios.

11. No estés lejos de mí, porque la angustia está cerca, Pues no hay nadie que ayude.

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