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Salmos 18:2-16 La Nueva Biblia de los Hispanos (NBLH)

2. El SEÑOR es mi roca, mi baluarte y mi libertador; Mi Dios, mi roca en quien me refugio; Mi escudo y el poder de mi salvación, mi altura inexpugnable.

3. Invoco al SEÑOR, que es digno de ser alabado, Y soy salvo de mis enemigos.

4. Los lazos de la muerte me cercaron, Y los torrentes de iniquidad me atemorizaron.

5. Los lazos del Seol me rodearon; Las redes de la muerte surgieron ante mí.

6. En mi angustia invoqué al SEÑOR, Y clamé a mi Dios; Desde Su templo oyó mi voz, Y mi clamor delante de El llegó a Sus oídos.

7. Entonces la tierra se estremeció y tembló; Los cimientos de los montes temblaron Y fueron sacudidos, porque El se indignó.

8. Humo subió de Su nariz, Y el fuego de Su boca consumía; Carbones fueron por él encendidos.

9. También inclinó los cielos, y descendió Con densas tinieblas debajo de Sus pies.

10. Cabalgó sobre un querubín, y voló; Y rápido voló sobre las alas del viento.

11. De las tinieblas hizo Su escondedero, Su pabellón a Su alrededor; Tinieblas de las aguas, densos nubarrones.

12. Por el fulgor de Su presencia se desvanecieron Sus densas nubes En granizo y carbones encendidos.

13. El SEÑOR también tronó en los cielos, Y el Altísimo dio Su voz: Granizo y carbones encendidos.

14. El envió Sus flechas, y los dispersó, Y muchos relámpagos, y los confundió.

15. Entonces apareció el lecho de las aguas, Y los cimientos del mundo quedaron al descubierto A Tu reprensión, oh SEÑOR, Al soplo del aliento de Tu nariz.

16. Extendió la mano desde lo alto y me tomó; Me sacó de las muchas aguas.

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