159. Mira cuánto amo Tus preceptos; Vivifícame, SEÑOR, conforme a Tu misericordia.
160. La suma de Tu palabra es verdad, Y eterna cada una de Tus justas ordenanzas.
161. Sin. Príncipes me persiguen sin causa, Pero mi corazón teme Tus palabras.
162. Me regocijo en Tu palabra, Como quien halla un gran botín.