Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Salmos 119:113-127 La Nueva Biblia de los Hispanos (NBLH)

113. Sámec. Aborrezco a los hipócritas, Pero amo Tu ley.

114. Tú eres mi escondedero y mi escudo; En Tu palabra espero.

115. Apártense de mí, malhechores, Para que guarde yo los mandamientos de mi Dios.

116. Sostenme conforme a Tu promesa, para que viva, Y no dejes que me avergüence de mi esperanza.

117. Sostenme, para estar seguro, Y que continuamente preste atención a Tus estatutos.

118. Has rechazado a todos los que se desvían de Tus estatutos, Porque su engaño es en vano.

119. Como basura has quitado de la tierra a todos los impíos, Por tanto amo Tus testimonios.

120. Mi carne se estremece por temor a Ti, Y de Tus juicios tengo miedo.

121. Ayin. He practicado el juicio y la justicia; No me abandones a mis opresores.

122. Sé fiador de Tu siervo para bien; Que no me opriman los soberbios.

123. Desfallecen mis ojos por Tu salvación Y por la promesa de Tu justicia.

124. Haz con Tu siervo según Tu misericordia Y enséñame Tus estatutos.

125. Yo soy Tu siervo, dame entendimiento Para que conozca Tus testimonios.

126. Es tiempo de que actúe el SEÑOR, Porque han quebrantado Tu ley.

127. Por tanto, amo Tus mandamientos Más que el oro, sí, más que el oro fino.

Leer capítulo completo Salmos 119