32. También hicieron que El se enojara en las aguas de Meriba, Y le fue mal a Moisés por culpa de ellos,
33. Puesto que fueron rebeldes contra Su Espíritu, Y él habló precipitadamente con sus labios.
34. No destruyeron a los pueblos, Como el SEÑOR les había mandado,
35. Sino que se mezclaron con las naciones, Aprendieron sus costumbres,
36. Y sirvieron a sus ídolos Que se convirtieron en lazo para ellos.
37. Sacrificaron a sus hijos y a sus hijas a los demonios,
38. Y derramaron sangre inocente, La sangre de sus hijos y de sus hijas, A quienes sacrificaron a los ídolos de Canaán, Y la tierra fue contaminada con sangre.
39. Así se contaminaron en sus costumbres, Y fueron infieles en sus hechos.
40. Entonces se encendió la ira del SEÑOR contra Su pueblo, Y El aborreció Su heredad.
41. Los entregó en mano de las naciones, Y los que los aborrecían se enseñorearon sobre ellos.
42. Sus enemigos también los oprimieron, Y fueron subyugados bajo su poder.
43. Muchas veces los libró; Pero, ellos fueron rebeldes en sus propósitos, Y se hundieron en su iniquidad.
44. Sin embargo, El vio su angustia Al escuchar su clamor,
45. Y se acordó de Su pacto por amor a ellos, Y se arrepintió conforme a la grandeza de Su misericordia.
46. Los hizo también objeto de compasión En presencia de todos los que los tenían cautivos.
47. Sálvanos, oh SEÑOR, Dios nuestro, Y reúnenos de entre las naciones, Para dar gracias a Tu santo nombre, Y para gloriarnos en Tu alabanza.
48. Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, Desde la eternidad y hasta la eternidad. Y todo el pueblo diga: "Amén." ¡Aleluya!