11. "Cuando oímos esto, nos acobardamos, no quedando ya valor en hombre alguno por causa de ustedes. Porque el SEÑOR, el Dios de ustedes, es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra.
12. "Ahora pues, júrenme por el SEÑOR, ya que los he tratado con bondad, que ustedes tratarán con bondad a la casa de mi padre. Denme una promesa segura,
13. de que dejarán vivir a mi padre y a mi madre, a mis hermanos y a mis hermanas, con todos los suyos, y que librarán nuestras vidas de la muerte."