6. Cuando en leche se bañaban mis pies, Y la roca me derramaba ríos de aceite!
7. Cuando yo salía a la puerta de la ciudad, Cuando en la plaza tomaba mi asiento,
8. Me veían los jóvenes y se escondían, Y los ancianos se levantaban y permanecían en pie.
9. Los príncipes dejaban de hablar Y ponían la mano sobre su boca;
10. La voz de los nobles se apagaba, Y la lengua se les pegaba al paladar.
11. Porque el oído que oía me llamaba bienaventurado, Y el ojo que veía daba testimonio de mí;
12. Porque yo libraba al pobre que clamaba, Y al huérfano que no tenía quien lo ayudara.
13. Venía sobre mí la bendición del que estaba a punto de perecer, Y el corazón de la viuda yo llenaba de gozo.
14. De justicia me vestía, y ella me cubría; Como manto y turbante era mi derecho.
15. Ojos era yo para el ciego, Y pies para el cojo.
16. Padre era para los necesitados, Y examinaba la causa que no conocía.
17. Quebraba los colmillos del impío, Y de sus dientes arrancaba la presa.
18. Entonces pensaba: 'En mi nido moriré, Y multiplicaré mis días como la arena.