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Jeremías 42:10-22 La Nueva Biblia de los Hispanos (NBLH)

10. 'Si se quedan en esta tierra, entonces los edificaré y no los derribaré, los plantaré y no los arrancaré, porque estoy arrepentido del mal que les he hecho.

11. 'No teman al rey de Babilonia, a quien temen; no le teman,' declara el SEÑOR, 'porque Yo estoy con ustedes para salvarlos y librarlos de su mano.

12. 'También tendré compasión de ustedes, para que él les tenga compasión y los restaure a la tierra de ustedes.

13. 'Pero si dicen: "No nos quedaremos en esta tierra," no obedeciendo así la voz del SEÑOR su Dios,

14. y dicen: "No, sino que iremos a la tierra de Egipto, donde no veremos guerra, ni oiremos el sonido de la trompeta, ni tendremos hambre de pan, y allí nos quedaremos";

15. en este caso, oigan la palabra del SEÑOR, remanente de Judá. Así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: "Si se obstinan en entrar en Egipto, y entran para residir allí,

16. entonces sucederá que la espada que ustedes temen, los alcanzará allí en la tierra de Egipto, y el hambre que les preocupa, les seguirá de cerca allí en Egipto, y allí morirán.

17. "Así pues, todos los hombres que se obstinen en ir a Egipto para residir allí, morirán a espada, de hambre y de pestilencia. No les quedará sobreviviente ni quien escape del mal que voy a traer sobre ellos."'"

18. Porque así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: "Como se derramó Mi ira y Mi furor sobre los habitantes de Jerusalén, así se derramará Mi furor sobre ustedes cuando entren en Egipto. Y serán motivo de maldición, de horror, de imprecación y de oprobio, y no verán más este lugar."

19. El SEÑOR les ha hablado, remanente de Judá: "No entren en Egipto." Sépanlo bien, que hoy lo he declarado contra ustedes.

20. Porque se engañan a sí mismos, pues ustedes fueron los que me enviaron al SEÑOR su Dios, diciendo: "Ruega por nosotros al SEÑOR nuestro Dios, y lo que el SEÑOR nuestro Dios diga, nos lo haces saber y lo haremos."

21. Y hoy se lo he declarado, pero no han escuchado la voz del SEÑOR su Dios, ni en cosa alguna de lo que El me ha enviado a decir les.

22. Ahora pues, sépanlo bien, que morirán a espada, de hambre y de pestilencia en el lugar adonde desean ir a residir.

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