12. Después que Hananías había roto el yugo del cuello del profeta Jeremías, vino a Jeremías la palabra del SEÑOR:
13. "Ve y habla a Hananías: 'Así dice el SEÑOR: "Has roto yugos de madera, pero en su lugar harás yugos de hierro."
14. 'Porque así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: "Yugo de hierro he puesto sobre el cuello de todas estas naciones, para que sirvan a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y le servirán. Y le he dado también las bestias del campo."'"
15. Y el profeta Jeremías dijo al profeta Hananías: "Escucha ahora, Hananías, el SEÑOR no te ha enviado, y tú has hecho que este pueblo confíe en una mentira.