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Jeremías 26:11-19 La Nueva Biblia de los Hispanos (NBLH)

11. Entonces los sacerdotes y los profetas hablaron a los jefes y a todo el pueblo, y les dijeron: "¡Sentencia de muerte para este hombre!, porque ha profetizado contra esta ciudad, como han oído con sus propios oídos."

12. Entonces Jeremías habló a todos los jefes y a todo el pueblo, y les dijo: "El SEÑOR me ha enviado a profetizar contra esta casa y contra esta ciudad todas las palabras que han oído.

13. "Ahora bien, enmienden sus caminos y sus obras, y obedezcan al SEÑOR su Dios, y el SEÑOR se arrepentirá del mal que ha pronunciado contra ustedes.

14. "En cuanto a mí, estoy en sus manos; hagan de mí como mejor y más recto sea a sus ojos.

15. "Pero sepan bien que si me matan, sangre inocente echarán sobre ustedes y sobre esta ciudad y sobre sus habitantes; porque en verdad el SEÑOR me ha enviado a ustedes para hablar en sus oídos todas estas palabras."

16. Entonces los jefes y todo el pueblo dijeron a los sacerdotes y a los profetas: "Que no haya sentencia de muerte para este hombre, porque en nombre del SEÑOR nuestro Dios nos ha hablado."

17. Y se levantaron algunos de los ancianos del país y hablaron a toda la asamblea del pueblo, y dijeron:

18. "Miqueas de Moréset profetizó en días de Ezequías, rey de Judá, y habló a todo el pueblo de Judá: 'Así ha dicho el SEÑOR de los ejércitos: "Sion será arada como un campo, Jerusalén se convertirá en un montón de ruinas, Y el monte del santuario será como los lugares altos de un bosque."'

19. "¿Acaso Ezequías, rey de Judá, y todo Judá le dieron muerte a Miqueas? ¿No temió él al SEÑOR y suplicó el favor del SEÑOR, y el SEÑOR se arrepintió del mal que había pronunciado contra ellos? Nosotros, pues, estamos cometiendo un gran mal contra nosotros mismos."

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