Capítulos

  1. 1
  2. 2
  3. 3
  4. 4
  5. 5
  6. 6
  7. 7
  8. 8
  9. 9
  10. 10
  11. 11
  12. 12
  13. 13
  14. 14
  15. 15
  16. 16
  17. 17
  18. 18
  19. 19
  20. 20
  21. 21
  22. 22
  23. 23
  24. 24
  25. 25
  26. 26
  27. 27
  28. 28
  29. 29
  30. 30
  31. 31
  32. 32
  33. 33
  34. 34
  35. 35
  36. 36
  37. 37
  38. 38
  39. 39
  40. 40
  41. 41
  42. 42
  43. 43
  44. 44
  45. 45
  46. 46
  47. 47
  48. 48
  49. 49
  50. 50
  51. 51
  52. 52
  53. 53
  54. 54
  55. 55
  56. 56
  57. 57
  58. 58
  59. 59
  60. 60
  61. 61
  62. 62
  63. 63
  64. 64
  65. 65
  66. 66

Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Isaías 57 La Nueva Biblia de los Hispanos (NBLH)

1. El justo perece, y no hay quien se preocupe; Los hombres piadosos son arrebatados, sin que nadie comprenda. Porque el justo es arrebatado ante el mal,

2. Y entra en la paz; Descansan en sus lechos (sepulturas) Los que andan en su camino recto.

3. "Pero ustedes vengan acá, hijos de hechicera, Descendientes de adúltero y ramera.

4. ¿De quién se burlan? ¿Contra quién abren la boca Y sacan la lengua? ¿No son ustedes hijos de rebeldía, Descendientes de la mentira;

5. Que arden con pasión entre los robles, Bajo todo árbol frondoso; Que sacrifican los hijos en las quebradas, Debajo de las hendiduras de las peñas?

6. Entre las piedras lisas de la quebrada Está tu parte; ellas, ellas son tu suerte. También para ellas has derramado libación, Has ofrecido ofrenda de cereal. ¿He de aplacarme con estas cosas?

7. Sobre un monte alto y encumbrado Has puesto tu cama; Allí también subiste a ofrecer sacrificio.

8. Y detrás de la puerta y del umbral Has puesto tu señal. En verdad, bien lejos de Mí te has descubierto, Y has subido y ensanchado tu cama; De ellos has logrado pacto a tu favor, Has amado su cama, Has contemplado su virilidad.

9. Has ido al rey con ungüento, Y has multiplicado tus perfumes; Has enviado tus emisarios a gran distancia, Y los has hecho descender al Seol (región de los muertos).

10. Te cansaste por lo largo de tu camino, Pero no dijiste: 'No hay esperanza.' Hallaste nuevas fuerzas, Por eso no desfalleciste.

11. ¿Y de quién te asustaste y tuviste miedo, Cuando mentiste y no te acordaste de Mí, Ni pensaste en ello? ¿No es acaso porque he guardado silencio por mucho tiempo Que no Me temes?

12. Yo declararé tu justicia y tus hechos, Pero de nada te aprovecharán.

13. Cuando clames, que tus ídolos te libren. Pero a todos se los llevará el viento, Un soplo los arrebatará. Pero el que en Mí se refugie, heredará la tierra, Y poseerá Mi santo monte."

14. Y se dirá: "Construyan, construyan, preparen el camino, Quiten los obstáculos del camino de Mi pueblo."

15. Porque así dice el Alto y Sublime Que vive para siempre, cuyo nombre es Santo: "Yo habito en lo alto y santo, Y también con el contrito y humilde de espíritu, Para vivificar el espíritu de los humildes Y para vivificar el corazón de los contritos.

16. Porque no estaré en pleito para siempre, Ni estaré siempre enojado, Pues el espíritu desfallecería ante Mí, Y el aliento de los que Yo he creado.

17. A causa de la iniquidad de su codicia, Me enojé y lo herí. Escondí Mi rostro y Me indigné, Y él siguió desviándose por el camino de su corazón.

18. He visto sus caminos, pero lo sanaré. Lo guiaré y le daré consuelo a él y a los que con él lloran,

19. Poniendo alabanza en los labios. Paz, paz al que está lejos y al que está cerca," Dice el SEÑOR, "y Yo lo sanaré."

20. Pero los impíos son como el mar agitado, Que no puede estar quieto, Y sus aguas arrojan cieno y lodo.

21. "No hay paz," dice mi Dios, "para los impíos."