26. ¿Quién lo anunció desde el principio, para que supiéramos, O desde tiempos antiguos, para que dijéramos: "Tiene razón?" Ciertamente no había quien lo anunciara, Sí, no había quien lo proclamara, Ciertamente no había quien oyera sus palabras.
27. Dije primero a Sion: 'Mira, aquí están,' Y a Jerusalén: 'Les daré un mensajero de buenas nuevas.'
28. Pero cuando miro, no hay nadie, Y entre ellos no hay consejeros A quienes, si les pregunto, puedan responder.
29. Pues todos ellos son falsos; Sus obras inútiles, Viento y vacuidad sus imágenes fundidas.