1. Cuando el rey Ezequías, oyó esto rasgó sus vestidos, se cubrió de cilicio y entró en la casa del SEÑOR.
2. Entonces envío a Eliaquim, mayordomo de la casa real, con el escriba Sebna y los ancianos de los sacerdotes, cubiertos de cilicio, al profeta Isaías, hijo de Amoz.
3. Y ellos le dijeron: "Así dice Ezequías: 'Este día es día de angustia, de reprensión y de desprecio, pues hijos están para nacer, pero no hay fuerzas para dar a luz.