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Ezequiel 31:8 La Nueva Biblia de los Hispanos (NBLH)

Los cedros no lo igualaban en el huerto de Dios; Los cipreses no se podían comparar con su ramaje, Y los plátanos no igualaban sus ramas. Ningún árbol en el huerto de Dios podía compararse a él en su hermosura.

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