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Éxodo 9:24-35 La Nueva Biblia de los Hispanos (NBLH)

24. Y hubo granizo muy intenso, y fuego centelleando continuamente en medio del granizo, muy pesado, tal como no había habido en toda la tierra de Egipto desde que llegó a ser una nación.

25. El granizo hirió todo lo que había en el campo por toda la tierra de Egipto, tanto hombres como animales. El granizo hirió también toda planta del campo, y destrozó todos los árboles del campo.

26. Sólo en la tierra de Gosén, donde estaban los Israelitas, no hubo granizo.

27. Entonces Faraón envió llamar a Moisés y Aarón y les dijo: "Esta vez he pecado. El SEÑOR es el justo, y yo y mi pueblo somos los impíos.

28. "Rueguen al SEÑOR, porque ha habido ya suficientes truenos y granizo de parte de Dios. Los dejaré ir y no se quedarán más aquí."

29. "Tan pronto como yo salga de la ciudad," le dijo Moisés, "extenderé mis manos al SEÑOR. Los truenos cesarán, y no habrá más granizo, para que sepas que la tierra es del SEÑOR.

30. "En cuanto a ti y a tus siervos, sé que aún no temen (reverencian) al SEÑOR Dios."

31. Y el lino y la cebada fueron destruidos, pues la cebada estaba en espiga y el lino estaba en flor;

32. pero el trigo y el centeno no fueron destruidos, por ser tardíos.

33. Salió Moisés de la ciudad, de la presencia de Faraón, y extendió sus manos al SEÑOR, y los truenos y el granizo cesaron, y no cayó más lluvia sobre la tierra.

34. Pero cuando Faraón vio que la lluvia y el granizo y los truenos habían cesado, pecó otra vez, y endureció su corazón, tanto él como sus siervos.

35. Y se endureció el corazón de Faraón y no dejó ir a los Israelitas, tal como el SEÑOR había dicho por medio de Moisés.

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