21. Y todo aquél a quien impulsó su corazón y todo aquél a quien movió su espíritu, vino y trajo la ofrenda del SEÑOR para la obra de la tienda de reunión, para todo su servicio y para las vestiduras santas.
22. Todos aquellos de corazón generoso, tanto hombres como mujeres, vinieron y trajeron broches, pendientes, anillos y brazaletes, toda clase de objetos de oro. Cada cual, pues, presentó una ofrenda de oro al SEÑOR.
23. Todo aquél que tenía tela azul, púrpura, escarlata y lino fino, pelo de cabra, pieles de carnero teñidas de rojo y pieles de marsopa, los trajo.
24. Todo aquél que podía hacer una contribución de plata y bronce trajo la contribución reservada para el SEÑOR. Todo el que tenía madera de acacia para cualquier obra del servicio, la trajo.