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Éxodo 16:8-24 La Nueva Biblia de los Hispanos (NBLH)

8. Y Moisés dijo: "Esto sucederá cuando el SEÑOR les dé carne para comer por la tarde, y pan hasta saciarse por la mañana; porque el SEÑOR ha oído sus murmuraciones contra El. Pues ¿qué somos nosotros? Sus murmuraciones no son contra nosotros, sino contra el SEÑOR."

9. Entonces Moisés dijo a Aarón: "Dile a toda la congregación de los Israelitas: 'Acérquense a la presencia del SEÑOR, porque El ha oído sus murmuraciones.'"

10. Mientras Aarón hablaba a toda la congregación de los Israelitas, miraron hacia el desierto y, vieron que la gloria del SEÑOR se apareció en la nube.

11. Y el SEÑOR habló a Moisés y le dijo:

12. "He oído las murmuraciones de los Israelitas. Háblales, y diles: 'Al caer la tarde comerán carne, y por la mañana se saciarán de pan. Sabrán que Yo soy el SEÑOR su Dios.'"

13. Por la tarde subieron las codornices y cubrieron el campamento, y por la mañana había una capa de rocío alrededor del campamento.

14. Cuando la capa de rocío se evaporó, había sobre la superficie del desierto una cosa delgada, como copos, menuda, como la escarcha sobre la tierra.

15. Al verla, los Israelitas se dijeron unos a otros: "¿Qué es esto?," porque no sabían lo que era. "Es el pan que el SEÑOR les da para comer," les dijo Moisés.

16. "Esto es lo que el SEÑOR ha mandado: 'Cada uno recoja de él lo que vaya a comer. Tomarán como dos litros por cabeza, conforme al número de personas que cada uno de ustedes tiene en su tienda.'"

17. Así lo hicieron los Israelitas, y unos recogieron mucho y otros poco.

18. Cuando lo midieron por litros (con el gomer), al que había recogido mucho no le sobró, ni le faltó al que había recogido poco. Cada uno había recogido lo que iba a comer.

19. "Que nadie deje nada para la mañana siguiente ," les dijo Moisés.

20. Pero no obedecieron (no escucharon) a Moisés, y algunos dejaron parte del maná para la mañana siguiente, pero crió gusanos y se pudrió. Entonces Moisés se enojó con ellos.

21. Lo recogían cada mañana, cada uno lo que iba a comer, pero cuando el sol calentaba, se derretía.

22. En el sexto día recogieron doble porción de alimento, unos cuatro litros para cada uno. Y cuando todos los jefes de la congregación vinieron y se lo hicieron saber a Moisés,

23. "Esto es lo que ha dicho el SEÑOR," les respondió: "Mañana es día de reposo, día de reposo consagrado al SEÑOR. Cuezan lo que han de cocer y hiervan lo que han de hervir, y todo lo que sobre guárdenlo para mañana."

24. Y lo guardaron hasta la mañana como Moisés había mandado, y no se pudrió ni hubo en él gusano alguno.

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