Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Deuteronomio 32:9-17 La Nueva Biblia de los Hispanos (NBLH)

9. Pues la porción del SEÑOR es Su pueblo; Jacob es la parte de Su heredad.

10. Lo encontró en tierra desierta, En la horrenda soledad de un desierto; Lo rodeó, cuidó de él, Lo guardó como a la niña de Sus ojos.

11. Como un águila que despierta su nidada, Que revolotea sobre sus polluelos, Extendió Sus alas y los tomó, Los llevó sobre Su plumaje.

12. El SEÑOR solo lo guió, Y con él no hubo dios extranjero.

13. Lo hizo cabalgar sobre las alturas de la tierra, Y comió el producto del campo; Le hizo gustar miel de la peña, Y aceite del pedernal,

14. Cuajada de vacas y leche de ovejas, Con grasa de corderos, Y carneros de raza de Basán y machos cabríos, Con lo mejor del trigo; De la sangre de uvas bebiste vino.

15. Pero Jesurún (Israel) engordó y dio coces (has engordado, estás cebado y rollizo); Entonces abandonó a Dios que lo hizo, Y despreció a la Roca de su salvación.

16. Lo provocaron a celos con dioses extraños, Con abominaciones Lo provocaron a ira.

17. Ofrecieron sacrificios a demonios, no a Dios, A dioses que no habían conocido, Dioses nuevos que vinieron recientemente, A los que los padres de ustedes no temieron.

Leer capítulo completo Deuteronomio 32