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2 Reyes 6:26-33 La Nueva Biblia de los Hispanos (NBLH)

26. Pasando el rey de Israel por la muralla, una mujer le gritó, diciendo: "¡Ayúdeme, oh rey señor mío!"

27. Y él respondió: "Si el SEÑOR no te ayuda, ¿de dónde te podré ayudar? ¿De la era o del lagar?"

28. Y el rey le dijo: "¿Qué te pasa?" Y ella respondió: "Esta mujer me dijo: 'Da tu hijo para que lo comamos hoy, y mi hijo lo comeremos mañana.'

29. Así que cocimos a mi hijo y nos lo comimos; y al día siguiente, le dije a ella: 'Da tu hijo, para que lo comamos'; pero ella ha escondido a su hijo."

30. Cuando el rey oyó las palabras de la mujer, rasgó sus vestidos y como él pasaba por la muralla, la gente miró, y vio que interiormente, llevaba cilicio sobre su cuerpo.

31. Entonces él dijo: "Así me haga Dios, y aun me añada, si la cabeza de Eliseo, hijo de Safat, se mantiene sobre sus hombros hoy."

32. Eliseo estaba sentado en su casa, y los ancianos estaban sentados con él. El rey envió a un hombre de los que estaban en su presencia; pero antes de que el mensajero llegara a Eliseo, éste dijo a los ancianos: "¿Ven cómo este hijo de asesino ha enviado a cortarme la cabeza? Miren, cuando el mensajero llegue, cierren la puerta y manténganla cerrada contra él. ¿No se oye tras él el ruido de los pasos de su señor?"

33. Todavía estaba hablando con ellos, cuando el mensajero descendió a él, y le dijo: "Mira, este mal viene del SEÑOR; ¿por qué he de esperar más en el SEÑOR?"

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