Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

1 Samuel 20:25-29 La Nueva Biblia de los Hispanos (NBLH)

25. El rey se sentó en su asiento como de costumbre, en el asiento junto a la pared. Jonatán se levantó, y Abner se sentó al lado de Saúl, pero el lugar de David estaba vacío.

26. Sin embargo, Saúl no dijo nada aquel día, porque se dijo: "Es una casualidad, no estará limpio; de seguro que no se ha purificado."

27. Pero al día siguiente, el segundo día de la luna nueva, el lugar de David estaba aún vacío. Entonces Saúl dijo a su hijo Jonatán: "¿Por qué no ha venido el hijo de Isaí a la comida ni ayer ni hoy?"

28. Y Jonatán respondió a Saúl: "David me rogó encarecidamente que le dejara ir a Belén.

29. Me dijo: 'Te ruego que me dejes ir, pues nuestra familia tiene sacrificio en la ciudad y mi hermano me ha mandado que asista. Ahora pues, si he hallado gracia ante tus ojos, te ruego me dejes ir para ver a mis hermanos.' Por este motivo no ha venido a la mesa del rey."

Leer capítulo completo 1 Samuel 20