Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Romanos 8:11-17 La Biblia Traducción Interconfesional Versión Española (BTI)

11. Y si el Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el mismo que resucitó a Cristo Jesús infundirá nueva vida a vuestros cuerpos mortales por medio del Espíritu que ha hecho habitar en vosotros.

12. Por tanto, hermanos, si con alguien estamos en deuda, no es con nuestros apetitos desordenados para comportarnos según ellos.

13. Porque si os comportáis según esos apetitos, moriréis; pero si, con la ayuda del Espíritu, dais muerte a las obras del cuerpo, viviréis.

14. Los que se dejan conducir por el Espíritu de Dios, esos son hijos de Dios.

15. En cuanto a vosotros, no habéis recibido un Espíritu que os convierta en esclavos, de nuevo bajo el régimen del miedo. Habéis recibido un Espíritu que os convierte en hijos y que nos permite exclamar: “¡Abba!”, es decir, “¡Padre!” .

16. Y ese mismo Espíritu es el que, uniéndose al nuestro, da testimonio de que somos hijos de Dios.

17. Y si somos hijos, también somos herederos: herederos de Dios y coherederos con Cristo, ya que ahora compartimos sus sufrimientos para compartir también su gloria.

Leer capítulo completo Romanos 8