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Romanos 10:1-9 La Biblia Traducción Interconfesional Versión Española (BTI)

1. Hermanos, deseo con todo mi corazón y le pido a Dios que salve a los israelitas.

2. Soy testigo de que buscan a Dios con ardor, pero sin el debido conocimiento.

3. Desconocen, en efecto, la fuerza salvadora divina y pretenden hacer valer la suya propia sin querer someterse a la de Dios.

4. Pero Cristo constituye el punto final de la ley y por él restablece Dios en su amistad a todo creyente.

5. En cuanto a la fuerza salvadora de la ley, así escribe Moisés: Quien cumpla la ley, encontrará vida en ella.

6. En cambio, de la fuerza salvadora de la fe dice así: No te inquietes preguntando: “¿Quién podrá subir al cielo?” —se sobreentiende que para hacer que Cristo baje—.

7. Ni tampoco: “¿Quién bajará al abismo?” —se sobreentiende que para hacer surgir a Cristo de la muerte—.

8. Lo que dice la Escritura es esto: La palabra está muy cerca de ti. Está en tus labios y en tu propio corazón. Y se trata de la palabra de fe que nosotros proclamamos.

9. Si, pues, tus labios confiesan que Jesús es el Señor y crees en tu interior que Dios lo hizo resucitar triunfante de la muerte, serás salvado.

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