48. Vosotros sois testigos de todas estas cosas.
49. Mirad, yo voy a enviaros el don prometido por mi Padre. Quedaos aquí, en Jerusalén, hasta que recibáis la fuerza que viene de Dios.
50. Más tarde, Jesús los llevó fuera de la ciudad, hasta las cercanías de Betania. Allí, levantando las manos, los bendijo.