Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Juan 11:32-49 La Biblia Traducción Interconfesional Versión Española (BTI)

32. Cuando María llegó al lugar donde estaba Jesús y lo vio, se arrojó a sus pies y exclamó:— Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano.

33. Jesús, al verla llorar a ella y a los judíos que la acompañaban, lanzó un suspiro y, profundamente emocionado,

34. preguntó:— ¿Dónde lo habéis sepultado?Ellos contestaron:— Ven a verlo, Señor.

35. Jesús se echó a llorar,

36. y los judíos allí presentes comentaban:— Bien se ve que lo quería de verdad.

37. Pero algunos dijeron:— Y este, que dio vista al ciego, ¿no podría haber hecho algo para evitar la muerte de su amigo?

38. Jesús, de nuevo profundamente emocionado, se acercó a la tumba. Era una cueva cuya entrada estaba tapada con una piedra.

39. Jesús les ordenó:— Quitad la piedra.Marta, la hermana del difunto, le advirtió:— Señor, tiene que oler ya, pues lleva sepultado cuatro días.

40. Jesús le contestó:— ¿No te he dicho que, si tienes fe, verás la gloria de Dios?

41. Quitaron, pues, la piedra y Jesús, mirando al cielo, exclamó:— Padre, te doy gracias porque me has escuchado.

42. Yo sé que me escuchas siempre; si me expreso así, es por los que están aquí, para que crean que tú me has enviado.

43. Dicho esto, exclamó con voz potente:— ¡Lázaro, sal afuera!

44. Y salió el muerto con las manos y los pies ligados con vendas, y la cara envuelta en un sudario. Jesús les dijo:— Quitadle las vendas y dejadlo andar.

45. Al ver lo que había hecho Jesús, muchos de los judíos que habían ido a visitar a María creyeron en él.

46. Otros, sin embargo, fueron a contar a los fariseos lo que Jesús acababa de hacer.

47. Entonces, los jefes de los sacerdotes y los fariseos convocaron una reunión urgente del Consejo Supremo donde acordaron:— Es necesario tomar alguna medida ya que este hombre está haciendo muchas cosas sorprendentes.

48. Si dejamos que continúe así, todo el mundo va a creer en él, con lo que las autoridades romanas tendrán que intervenir y destruirán nuestro Templo y nuestra nación.

49. Uno de ellos llamado Caifás, que era el sumo sacerdote aquel año, se explicó así:— Si fuerais perspicaces,

Leer capítulo completo Juan 11