1. El sumo sacerdote preguntó a Esteban:— ¿Es eso cierto?
2. Esteban respondió:— Hermanos israelitas y dirigentes de nuestra nación, escuchadme: Dios se apareció en el esplendor de su gloria a Abrahán, nuestro padre, cuando aún se hallaba en Mesopotamia, antes de establecerse en Jarán,