14. Desde Perge continuaron su viaje hasta llegar a Antioquía de Pisidia. El sábado entraron en la sinagoga y se sentaron.
15. Después de la lectura de la ley y los profetas, los jefes de la sinagoga los invitaron a intervenir:— Hermanos —les dijeron—, si tenéis algún mensaje que comunicar a los asistentes, podéis hablar ahora.
16. Pablo se levantó y, haciendo con la mano ademán de silencio, comenzó así:— Escuchadme, israelitas, y vosotros los que, sin serlo, rendís culto a Dios.