13. que nos refirió cómo en su propia casa se le había aparecido un ángel para decirle: “Envía a alguien a Jope y haz venir a Simón, a quien también se conoce como Pedro.
14. Él te hablará de algo que puede ser tu salvación y la de tu familia”.
15. Apenas comencé a hablarles, descendió sobre ellos el Espíritu Santo, como lo hizo sobre nosotros al principio.
16. Recordé entonces que el Señor había dicho: “Juan bautizaba con agua, pero vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo”.
17. Por consiguiente, si Dios les concedió el mismo don que a nosotros que hemos creído en Jesucristo el Señor, ¿quién era yo para oponerme a Dios?
18. Estas razones hicieron callar a los oyentes, que alabaron a Dios y comentaron:— ¡Así que Dios ha concedido también a los no judíos la oportunidad de convertirse para alcanzar la vida eterna!
19. Los creyentes que se habían dispersado a raíz de la persecución desencadenada en el caso de Esteban, llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, anunciando el mensaje únicamente a los judíos.
20. Pero algunos creyentes de Chipre y Cirene viajaron a Antioquía y anunciaron también a los griegos la buena nueva de Jesús, el Señor.
21. El Señor estaba con ellos, y un buen número de personas abrazaron la fe y se convirtieron al Señor.
22. Cuando esta noticia llegó a oídos de la iglesia de Jerusalén, enviaron a Bernabé a Antioquía.
23. Al llegar este y ver el resultado de la gracia de Dios, se llenó de alegría, y animaba a todos a permanecer en constante fidelidad al Señor.