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Hebreos 10:26-36 La Biblia Traducción Interconfesional Versión Española (BTI)

26. Porque si después de haber conocido la verdad continuamos pecando intencionadamente, ¿qué otro sacrificio podrá perdonar los pecados?

27. Sólo queda la temible espera del juicio y del fuego ardiente que está presto a devorar a los rebeldes.

28. Si uno quebranta la ley de Moisés y dos o tres testigos lo confirman, es condenado a muerte sin compasión.

29. Pues ¡qué decir de quien haya pisoteado al Hijo de Dios, haya profanado la sangre de la alianza con que fue consagrado y haya ultrajado al Espíritu que es fuente de gracia! ¿No merece un castigo mucho más severo?

30. Conocemos, en efecto, a quien ha dicho: A mí me corresponde tomar venganza; yo daré a cada uno según su merecido. Y también: El Señor es quien juzgará a su pueblo.

31. ¡Tiene que ser terrible caer en las manos del Dios viviente!

32. Recordad aquellos días, cuando apenas acababais de recibir la luz de la fe y tuvisteis ya que sostener un encarnizado y doloroso combate.

33. Unos fuisteis públicamente escarnecidos y sometidos a tormentos; otros os hicisteis solidarios con los que así eran maltratados.

34. Os compadecisteis, efectivamente, de los encarcelados y soportasteis con alegría que os despojaran de vuestros bienes, seguros como estabais de tener a vuestro alcance unos bienes más valiosos y duraderos.

35. No perdáis, pues, el ánimo. El premio que os espera es grande.

36. Pero es preciso que seáis constantes en el cumplimiento de la voluntad de Dios, para que podáis recibir lo prometido.

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