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Jueces 16:7-18 La Biblia Traducción Interconfesional Versión Española (BTI)

7. Sansón le respondió:— Si me amarraran con siete cuerdas de arco todavía frescas y sin secar, perdería la fuerza y sería como un hombre cualquiera.

8. Los jefes* de los filisteos le llevaron a Dalila siete cuerdas de arco frescas, sin secar aún, y ella lo amarró con ellas.

9. Tenía ella hombres escondidos en la alcoba y le gritó:— ¡Sansón! ¡Los filisteos!Rompió Sansón las cuerdas de arco como se rompe el hilo de estopa en cuanto lo toca el fuego. Y no se descubrió el secreto de su fuerza.

10. Entonces Dalila dijo a Sansón:— Te has reído de mí contándome una patraña; dime, por favor, con qué habría que amarrarte.

11. Respondió Sansón:— Si me amarraran fuertemente con cordeles nuevos sin usar, perdería la fuerza y sería como un hombre cualquiera.

12. Tomó Dalila unos cordeles nuevos, lo amarró con ellos y le gritó:— ¡Sansón! ¡Los filisteos!Tenía ella hombres escondidos en la alcoba, pero él rompió los cordeles de sus brazos como si fueran un hilo.

13. Entonces Dalila dijo a Sansón:— Hasta ahora te has estado burlando de mí y sólo me has contado patrañas. Dime de una vez con qué habría que amarrarte.Él le respondió:— Si entretejieras las siete trenzas de mi cabellera con cordel de tejer y las clavaras con la clavija del tejedor, perdería la fuerza y sería como un hombre cualquiera.

14. Esperó, pues, que Sansón se durmiera, le entretejió las siete trenzas de su cabellera con el cordel de tejer, las clavó con la clavija y le gritó:— ¡Sansón! ¡Los filisteos!Él se despertó de su sueño y arrancó el cordel y la clavija. Y no se descubrió el secreto de su fuerza.

15. Dalila le dijo:— ¿Cómo puedes decir: “Te amo”, si tu corazón no es mío? Por tres veces te has reído de mí y no me has dicho en qué consiste esa fuerza tan enorme que tienes.

16. Como todos los días lo importunaba con sus palabras y lo tenía ya aburrido,

17. le abrió todo su corazón y le dijo:— La navaja no ha pasado nunca por mi cabeza, porque soy un consagrado a Dios desde el vientre de mi madre. Si me cortaran el pelo, mi fuerza se retiraría de mí, me debilitaría y sería como un hombre cualquiera.

18. Dalila comprendió que le había abierto todo su corazón, mandó llamar a los jefes de los filisteos y les dijo:— Venid, que esta vez me ha abierto todo su corazón.Vinieron los jefes de los filisteos con el dinero para la mujer,

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