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Génesis 42:13-28 La Biblia Traducción Interconfesional Versión Española (BTI)

13. Ellos respondieron:— Nosotros, tus siervos, éramos doce hermanos, todos hijos de un mismo padre que vive en Canaán. Nuestro hermano, el más pequeño, se ha quedado con nuestro padre, y el otro ya no está con nosotros.

14. Sin embargo, José volvió a decirles:— Ya os decía yo que sois espías.

15. Os pondré a prueba, y os juro por la vida del faraón, que de aquí no saldréis a menos que traigáis acá a vuestro hermano menor.

16. Que uno de vosotros vaya a traerlo; los demás quedaréis prisioneros. Así probaréis vuestras palabras y si habéis dicho la verdad. Porque si no es así, ¡por la vida del faraón que sois espías!

17. José los encerró durante tres días.

18. Al tercer día les dijo José:— Yo soy un hombre temeroso de Dios. Haced lo siguiente y salvaréis vuestra vida.

19. Si sois gente honrada, que se quede aquí preso uno de vosotros mientras los demás van a llevar algo de grano para calmar el hambre de vuestras familias.

20. Pero tenéis que traerme luego a vuestro hermano menor; así se demostrará que habéis dicho la verdad, y no moriréis.Ellos aceptaron,

21. pero se decían unos a otros:— Ahora estamos pagando el mal que le hicimos a nuestro hermano, pues viendo cómo nos suplicaba con angustia, no tuvimos compasión de él. Por eso nos viene ahora esta desgracia.

22. Entonces habló Rubén:— Yo os advertí que no hicierais ningún daño al muchacho, pero no me hicisteis caso, y ahora tenemos que pagar el precio de su muerte.

23. Como José les había hablado valiéndose de un intérprete, no sabían que él entendía todo lo que ellos decían.

24. Entonces José se retiró, porque no podía reprimir las lágrimas. Cuando estuvo en condiciones de hablarles nuevamente, tomó a Simeón y lo hizo encadenar delante de ellos.

25. Después ordenó que les llenaran los costales de grano, que devolvieran a cada uno su dinero poniéndolo dentro de cada costal, y que les dieran provisiones para el camino. Así se hizo.

26. Entonces ellos cargaron el grano sobre sus asnos y se fueron de allí.

27. Cuando se detuvieron para pasar la noche, uno de ellos abrió su costal para dar de comer a su asno y vio que su dinero estaba allí, en la boca del costal.

28. Entonces dijo a sus hermanos:— ¡Me han devuelto el dinero! Mirad, ¡aquí está en mi costal!Se les encogió el corazón del susto y se decían unos a otros temblando:— ¿Qué es esto que Dios nos ha hecho?

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